En la primera parte de este artículo, exploramos 5 fascinantes casos de mangas que experimentaron una notable evolución artística a lo largo de su publicación así que en esta segunda entrega, nos embarcamos en un nuevo viaje visual para descubrir otras 5 series de mangas que desafiaron las expectativas y transformaron su estética de forma memorable a medida que los autores crecían a la par de sus personajes.
Con el Pasar del Tiempo Estas 5 Series de Mangas Cambiaron su Arte Notoriamente:
Tokyo Ghoul

Al principio de la serie, el estilo de arte de Sui Ishida era relativamente más simple y estilizado pues los personajes tenían rasgos más definidos y los escenarios eran menos detallados en comparación con las etapas posteriores, sin embargo ya se podía apreciar su habilidad para crear una atmósfera oscura y una sensación de inquietud.

A medida que avanzaba la serie, el arte se volvía más detallado y expresivo ya que Ishida comenzó a prestar más atención a la anatomía y la expresión facial de los personajes, lo que permitía una representación más efectiva de las emociones y el crecimiento de los personajes además que los escenarios se volvieron más elaborados, especialmente en las secuencias de batalla y en la representación de la sociedad de ghouls y humanos.

Mas tarde con el inicio de la secuela «Tokyo Ghoul:re«, el arte de Ishida experimentó un cambio significativo pues los personajes principales envejecieron y sus apariencias cambiaron, lo que se reflejó en su estilo de dibujo. Además, «Tokyo Ghoul:re» introdujo nuevos personajes, algunos de los cuales tenían diseños más elaborados y misteriosos y las escenas de acción y las batallas se volvieron aún más dinámicas y detalladas.

En las etapas finales de «Tokyo Ghoul:re», el arte de Ishida alcanzó su punto máximo en términos de calidad y detalle. Las escenas de batalla eran extremadamente elaboradas, con una representación impresionante de los kagune (las armas de los ghouls) y movimientos sorprendentes. Además, el autor continuó experimentando con la representación visual para comunicar conceptos abstractos y complejos relacionados con la narrativa.
Bleach

En los primeros volúmenes de «Bleach,» el estilo de arte de Tite Kubo era más simple y estilizado. Los personajes tenían rasgos más definidos y las escenas de batalla eran emocionantes, aunque menos detalladas en comparación con las etapas posteriores. El énfasis estaba en la acción y la introducción de los personajes principales.

A medida que avanzaba la serie, el arte se volvía más detallado y sofisticado pues Kubo comenzó a refinar la anatomía y el aspecto de los personajes junto a los detalles de los escenarios, además que las escenas de batalla se volvieron más elaboradas y se introdujeron personajes con diseños más intrincados, especialmente en los arcos argumentales de la Sociedad de Almas.

Con el tiempo Kubo se destacó en la creación de diseños de personajes únicos y en la representación de sus armas Zanpakutō, que eran armas espirituales con poderes especiales pues cada personaje tenía un diseño y una apariencia distintivos que se reflejaban en su arma y también se mostraron mejoras en la representación de las técnicas de combate y las habilidades especiales así como los paisajes y las ubicaciones se volvieron más elaborados.

En las etapas finales de «Bleach,» el arte alcanzó su mejor punto en términos de calidad y sofisticación pues las escenas de batalla eran extremadamente elaboradas, con un nivel de detalle impresionante en los personajes y los efectos especiales además de que Kubo también experimentó con la presentación visual para comunicar conceptos abstractos relacionados con la narrativa como los sentimientos y pensamientos de los personajes.
Jojo’s Bizarre Adventure

Durante la primera y segunda parte de su obra, el estilo artístico de Hirohiko Araki aún tenía influencias del manga de la época pues los personajes tenían diseños más simples y las expresiones faciales eran más convencionales sin mencionar que el físico de los hombres tendía a ser exageradamente musculoso en comparación al de las mujeres, que era mas conservador; ya mas tarde, comenzaría a experimentar con diseños más detallados y expresiones faciales más exageradas además que la acción se volvió más dinámica y las escenas de lucha se volvieron más elaboradas.

La tercera y cuarta parte marcaron un cambio significativo en el estilo artístico de Araki pues, con la llegada de los Stands, los personajes adquirieron diseños más distintivos y extravagantes, con un énfasis en los trajes y accesorios detallados además que se comenzó a experimentar con más poses icónicas y exageradas, lo que se convirtió en una característica distintiva de la serie.

En la quinta y sexta parte, los personajes adquirieron diseños más delgados y estilizados, con un énfasis en las líneas limpias y los detalles intrincados además que la serie se volvió más estilizada y elegante en términos de diseño y composición de viñetas, con un enfoque en diseños de personajes más detallados y expresivos con acción más frenética y poses más exageradas, lo que contribuyó a la atmósfera única de la serie.

Ya a partir de la séptima parte hay un cambio importante en la serie, tanto en términos de trama como de estilo artístico pues Araki adoptó un enfoque más realista en los diseños de personajes y escenarios, con un énfasis en la anatomía y los detalles del entorno además de que la serie se volvió más cinematográfica en su presentación, con viñetas más grandes y una narrativa visual más expansiva donde el autor continúa refinando su estilo manteniendo su enfoque en poses extravagantes y escenas de acción dinámicas, pero con un estilo moderno y pulido.
Attack on Titan

En los primeros volúmenes de «Attack on Titan», el estilo de arte de Hajime Isayama era mucho más simple y tosco pues los personajes tenían rasgos menos pulidos y las escenas de acción, aunque intensas, eran menos detalladas en comparación con las etapas posteriores; Sin embargo, Isayama estableció rápidamente la atmósfera oscura y desesperada del mundo de la serie.

A medida que avanzaba la serie, el arte se volvía más detallado y expresivo ya que Isayama empezaba a mejorar las proporciones y la anatomía de los personajes, a la par que pulía los detalles de los titanes, el entorno y las maquinarias de batalla. Posteriormente, el autor se destacó en la creación de diseños de personajes únicos y en la representación de las criaturas con apariencias grotescas y terroríficas ya que cada uno de estos seres tenía un diseño distintivo que reflejaba su personalidad y sus habilidades.

La serie alcanzó su punto máximo en términos de calidad artística durante las intensas escenas de batalla en los últimos arcos argumentales ya que las ilustraciones de las batallas se volvieron extremadamente detalladas, con movimientos y tácticas bien representadas y las expresiones de los personajes reflejaban perfectamente la tensión y la emoción de las situaciones.

Ya en las etapas finales de «Attack on Titan», el arte continuó siendo impresionante y detallado pues Isayama mantuvo un alto nivel de calidad en la representación de los personajes y las escenas de batalla, lo que contribuyó al impacto emocional de los eventos finales de la serie, a pesar de que estos no fueron bien recibos.
Dragon Ball

En los primeros volúmenes de «Dragon Ball», el estilo de arte de Akira Toriyama era simple y caricaturesco pues los personajes tenían rasgos más exagerados, y las escenas de acción y las batallas eran emocionantes pero menos detalladas en términos de movimiento y técnica ya que la serie comenzó como una comedia de aventuras donde aun se notaban elementos estéticos de sus obras anteriores.

A medida que avanzaba la serie, el arte se volvía más detallado y expresivo ya que Toriyama comenzó a prestar más atención a la apariencia de los personajes sin alejarse mucho de su estilo inicial, a la par que mejoraba las escenas de combate pues estas se volvieron más elaboradas, y la representación de las técnicas y los movimientos de lucha mejoró significativamente.
Con el tiempo, Toriyama seguía demostrando su capacidad en la creación y diseños de personajes únicos y memorables, desde los Saiyajin hasta los villanos como Freezer y Cell ya que cada uno de estos tenía un diseño distintivo que se reflejaba en su personalidad y habilidades.

Con la introducción de la saga de los Androides y la saga de Cell, la serie alcanzó su punto máximo en términos de calidad pues las escenas de batalla se volvieron muy detalladas, con movimientos y técnicas complejas pero manteniendo una estética simplificada, cosa que también se precia en los fondos y paisajes a medida que la serie exploraba planetas, dimensiones alternativas y batallas intergalácticas.

Ya en la saga de Majin Buu, se reintrodujeron elementos de comedia en la serie, aunque el arte seguía siendo detallado y espectacular sin alejarse de la simplificación característica de Toriyama, la representación de los cambios en los personajes, como las transformaciones y la fusión, se ejecutó con gran detalle y espectacularidad.
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