Juan Gabriel en Japonés: El Divo Sonó en Nipón

Juan Gabriel Cantó en Japonés

Japón: Una Nueva Meta para Juanga

Dentro de un extenso repertorio de más de 1.500 canciones, se encuentran dos joyas de Juan Gabriel en japonés: «Canega nai Qeledo Mo», una versión de su éxito No tengo dinero, y «Gitomino Qireina Anoco», basada en Me he quedado solo, uno de sus primeros temas.

En su prolífica carrera llena de éxitos e hitos, hay un capítulo poco conocido: su intento de conquistar el mercado japonés a finales de los años 80. Una aventura que, si bien no logró el éxito esperado, nos deja una fascinante historia de ambición, adaptación cultural y choque de expectativas.

El contexto

Juan Gabriel en Japonés: El Divo Sonó en Nipón

En la década de 1980, Juan Gabriel era ya un ídolo en Latinoamérica gracias a sus canciones donde se mezclaban baladas románticas, rancheras y pop, que habían conquistado millones de corazones, sin embargo, al cantante se le planteó un nuevo reto con el cual poder ampliar su público; Japón, con su enorme población y su fascinación por la cultura occidental, se perfilaba como un mercado atractivo.

El Plan

A finales de los 70s y principios de los 80s, la disquera BMG Ariola ideó un plan para internacionalizar a artistas mexicanos como Juan Gabriel, teniendo por estrategia para El Divo conquistar el mercado europeo con la reedición en español de «My Home Town» a dueto con Paul Anka y dos de sus canciones en otros idiomas: «Me he quedado solo» y «No tengo dinero«. Estas dos canciones fueron elegidas por su éxito en México ya que catapultaron al cantante como uno de los mayores vendedores de discos del país, relato que explicó Jorge Ávila, coordinador de marketing estratégico de Sony, la disquera de Juanga después de que fusionó con BMG en 2004.

Las canciones No tengo dinero y Me he quedado solo se rehicieron en inglés, portugués y japonés, en una fascinante etapa temprana de la carrera del cantautor, pero se cree que Enrique Okamura, director artístico de la primera disquera de Juan Gabriel y con ascendencia japonesa, podría haber sido la chispa que encendió este experimento musical, aunque hasta la fecha muchos no tienen claro por que se escogió Japón como posible mercado.




Juan Gabriel, con su espíritu inquieto, aprendió la fonética de cada idioma y grabó las canciones con una pronunciación admirable, según el traductor Tadayuki Goshozono, ya que las letras de las versiones en japonés eran comprensibles y transmitían la misma esencia que las originales; Gitomino Qireina Anoco (Me he quedado solo) destaca por la impecable pronunciación, mientras que Canega nai Qeledo Mo (No tengo dinero) se vuelve aún más pegadiza con su letra repetitiva.

¿Éxito para Juan Gabriel en Japonés?

En palabras de un renombrado periodista musical, «Juan Gabriel pudo haber sido un gran ídolo en Japón», pero por desgracia el intento de conquistar este mercado no logró el éxito esperado; se cree que el proyecto falló debido a que El Divo de Juárez tenía estándares muy exigentes para su trabajo y eventualmente no aceptó la promoción planeada para Japón porque, en su opinión, la consideraba insuficiente y se pudo haber hecho mejor, además de que el cantante siempre estuvo muy involucrado en el proceso artístico y comercial de su música, lo que pudo haber dificultado la adaptación a las expectativas del público nipón.

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Juan Gabriel en Japonés: El Divo Sonó en Nipón

A pesar del esfuerzo y la inversión, el proyecto no vio los frutos esperados ya que solo se grabaron dos canciones como prueba pero ningún disco completo en japonés se logró materializar, ya que es probable que las canciones no se promocionaran adecuadamente y se transmitieron por poco tiempo en la radio japonesa, lo que explica su escaso impacto además de que no hay registro alguno de su música en las listas de popularidad niponas.

Más Allá del Fracaso

La fallida aventura en Japón no empañó la exitosa carrera de Juan Gabriel, sin embargo la experiencia le dejó importantes lecciones sobre la importancia de la adaptación cultural y la necesidad de comprender las expectativas del público.

El experimento de las canciones de Juan Gabriel en Japonés nos enseña que el éxito no siempre está garantizado, incluso para los artistas más talentosos y sin embargo, la valentía para tomar riesgos y explorar nuevos caminos es una de las cualidades que define a los grandes del arte.

El intento del Divo de conquistar el mercado japonés es un capítulo fascinante en su carrera y nos deja una historia que nos habla de ambición y la búsqueda constante de nuevos retos.

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