The Fast and The Furious: Tokyo Drift, la tercera entrega de la franquicia de acción de alto octanaje, es recordada por sus escenas de carreras frenéticas y su vibrante ambientación en las calles de Tokio. Sin embargo, lo que muchos no saben es que la producción de esta película estuvo plagada de desafíos, desde la dificultad para filmar en Japón hasta los problemas legales que enfrentó su director por los que casi es detenido.
Una de las mayores ironías de la producción de Tokyo Drift es que, a pesar de su título y ambientación, más del 70% no se filmó en Japón pues esto se debió en parte a las estrictas regulaciones y costos asociados con la filmación en ese país además que esta producción representaba el fin de la franquicia de películas de acción. Con un trasfondo lleno de obstáculos y complicaciones del que poco se sabe, hoy en Pixelkai te traemos todo lo que debes saber sobre como fue el proceso de filmación de esta icónica película y controversial película.
¿Qué es el Drift?
El drift es una técnica de conducción altamente especializada que se originó en Japón y que ha ganado popularidad en todo el mundo, especialmente en la cultura automovilística y en competiciones como las carreras callejeras y los eventos de automovilismo la cual implica deslizar intencionalmente un automóvil a través de una curva, manteniendo el control del vehículo a pesar de la pérdida momentánea de tracción en las ruedas traseras.
El drift se ha convertido en un fenómeno cultural, con una gran comunidad de entusiastas y seguidores en todo el mundo y tal ha sido su influencia en la cultura popular que sirvió como base para rodar la tercera película de The Fast and The Furious inspirando al guionista principal de esta producción ya que planteaba el uso de esta técnica de manejo como parte fundamental de la historia junto a las carreras callejeras.
La película que Representaba el Final
Anteriormente Fast and Furious 2 había sido considerada como un fracaso en taquilla, cosa que se oponía a los planes de convertir esta franquicia en una mega producción de millones de dólares por lo que se tomó la decisión de grabar un ultimo largometraje para concluir la saga aunque Universal Pictures solo contaba con un presupuesto de 10 millones para realizar esta entrega por lo que conseguir actores de renombre estaba fuera de su alcance y eso mismo llevó a la decisión de crear un nuevo protagonista.
Stacy Snider, en aquel entonces la encargada de Universal Pictures, realiza un llamado global en busca de escritores y guionistas para que aporten ideas, a lo que el escritor Chris Morgan, se presenta como uno de los primeros en acercarse a Snider con la idea de plantear una película en Japón con base en el drifting y puesto que esta propuesta gustó bastante, ya solo faltaba conseguir un director.
Convenciendo a Justin Lin
Un joven Justin Lin acababa de presentar su película «Better Luck Tomorrow» en el festival de cine Sundance, tras un éxito en taquilla de 3 millones de dólares, partiendo de un presupuesto de solo 250.000, demostrando la gran visión de director que este poseía para crear algo asombroso y autentico con pocos recursos, cosa llamó la atención a los altos ejecutivos de Hollywood, siendo Stacy Snider la primera en comunicarse con el.
Lin acepta reunirse para discutir los detalles de Tokyo Drift donde se le hace entrega del primer guion de Chris Morgan para que este lo leyera y al cabo de unos días, Lin vuelve a reunirse con Snider pero este le dice que no esta interesado en dirigir algo tan ofensivo, racista y anticuado ya que el guion original estaba lleno de humor innecesario y clichés sobre las diferencias entre los asiáticos y los norteamericanos.
Tras esto, Justin devuelve el guion y procede a despedirse, pero cuando está a punto de marcharse, Stacy le pregunta si haría alguna cosa diferente, a lo que Lin, sorprendido por tal comentario, le comienza a explicar que cosas quitaría y cuales cambiaría, lo que llevó a Snider a contratarlo como director para la nueva película confiando en la visión planteada por Lin y un nuevo presupuesto de poco mas de 80 millones de dólares.
Primeros Problemas
Lin tiene entre manos un proyecto grande y ambicioso, para el cual se embarca en la búsqueda del protagonista perfecto, con la idea en mente de usar a un actor asiático-americano, cosa que Universal rechaza rotundamente y tras un largo casting en cual se presentaron actores de diversos continentes, Justin tuvo que ceder ante las exigencias de Hollywood y recurrir a un actor americano, pero de esta manera logró obtener cierta libertad que le permitió escoger a los otros miembros del reparto, que curiosamente eran los mismos actores que participaron en «Better Luck Tomorrow».
Más tarde, el problema al que Justin se enfrentó era que no conocía nada sobre el drifting, aunque estaba decidido a mostrar esta cultura de manera autentica, por lo que recurrió al experto Toshi Hayama, una renombrada figura dentro de este mundo quien fue contratado como consultor técnico para la película, pero al pasar el tiempo su rol dentro de la producción fue cambiando.
Al leer el guion, Hayama se dio cuenta que muchas de las locaciones para las carreras, así como la manera en la que los autos estaban descritos, simplemente no servían para el drift, por lo que se vieron en la obligación de modificar estos elementos y traer a dobles de riesgo especializados para así crear escenas más autenticas y reduciendo la cantidad de efectos especiales.
Aquí podemos ver una de las tantas escenas grabadas en Los Angeles.
Grabar en las Calles de Japón es Imposible
Justin Lin y su equipo enfrentaron el desafío de capturar la autenticidad de Tokio en la pantalla grande sin poder filmar en la ciudad misma durante todo el rodaje debido a los permisos legales que se deben solicitar en la Tokyo Location Box, un ente que se encarga de otorgar los permisos necesarios para poder grabar en sitios públicos, los cuales no fueron otorgados para el equipo de filmación y por lo que Lin y sus hombres se vieron en la obligación de rodar casi toda la película en Los Angeles.
Para esto, se acondicionaron carteles y luces que camuflajeaban las calles y señalizaciones en inglés y también optaron por traer diversas maquinas expendedoras y otros objetos que son comunes en las calles de japón para poder realizar la filmación y recrear los entornos mientras que en otras escenas, tuvieron que recrear a escala real varias de las calles donde ocurren diversas tomas icónicas y para ello, se tomaron varias fotos de alta resolución a horas muy tempranas para evitar las multitudes y así ser usadas como referencia tanto para las recreaciones del set, como para las diversas imágenes computarizadas (CGI), pero esto no le bastaba a Lin pues no tenia material autentico de japón.
Trabajando Ilegalmente
Lin, decidido a grabar en las calles de Japón, recurrió a una técnica conocida como «Cinema de guerrilla», una práctica cinematográfica que implica filmar sin permisos oficiales en locaciones públicas la cual fue especialmente crucial para capturar la esencia de las calles de Tokio junto a su gente y sus vibrantes colores; esta idea lo invade debido a que sentía algo de culpa por participar en un proyecto que involucra una historia en Tokio, pero la cual no tenía nada autentico de esta ciudad.
Con un equipo reducido y equipo de filmación no muy llamativo, Lin y su equipo se aventuraron en las calles de Japón para capturar imágenes auténticas y espontáneas aunque, esta forma de filmación presentaba sus propios desafíos y riesgos pues el equipo tuvo que ser ágil y estar preparado para filmar rápidamente antes de ser detectados por las autoridades locales y sin tratar de llamar mucho la atención de la gente que pasaba.
El Cruce de Shibuya
A pesar de estos desafíos se lograron capturar imágenes auténticas y emocionantes que agregaron una capa de autenticidad a la película además que contó con el apoyo y la aprobación de varios transeúntes, clientes de negocios y vecinos de zonas residenciales quienes también aparecieron en varias de las tomas que se lograron rodar, pero Lin aún quería grabar una escena en el emblemática cruce de Shibuya, lo que representaba un alto riesgo ya que no tenían los permisos necesarios y es un lugar muy concurrido.
Una vez en el sitio, el equipo de grabación se pone a trabajar, pero al poco tiempo de comenzar, son interrumpidos por las autoridades locales quienes buscaban al director de la filmación, momento en el cual, Lin se da cuenta de su grave error al intentar semejante acto, pero para sorpresa de todos, uno de los miembros del equipo da un paso al frente y se identifica como el director de la producción, a quien inmediatamente se llevan detenido, dejando a las demás personas totalmente sorprendidas.
Resulta ser que Stacy Snider había contratado a alguien para que asumiera la culpa de cualquier problema que pudiese haber surgido durante la filmación, cosa que Lin desconocía y fue totalmente sorpresivo y a pesar de este incidente con la ley, lograron terminar la grabación del lugar sin mayores problemas y Justin al sentirse agradecido ante semejante acto, decidió incluir a este hombre como parte de una escena.
Lo podemos ver cuando el protagonista entra al local en busca de una persona.
Impacto de Tokyo Drift
A pesar de los desafíos logísticos y legales, Tokyo Drift también enfrentó críticas por su trama y actuaciones y aunque la película logró capturar la esencia del drifting y ofreció emocionantes secuencias de acción, algunos críticos consideraron que la historia y los personajes carecían de profundidad en comparación con las entregas anteriores de la franquicia.
Sin embargo, a pesar de sus contratiempos, The Fast and The Furious: Tokyo Drift logró encontrar su lugar en el corazón de los fanáticos de la serie, convirtiéndose en una parte integral de la saga además que su impacto se refleja en el hecho de que varios personajes y elementos introducidos en esta película continúan siendo relevantes en las entregas posteriores de la franquicia.
En última instancia, la historia detrás de esta producción es un recordatorio de los desafíos y sacrificios que a menudo se encuentran detrás de la producción de una película de Hollywood, sobre todo si se quiere mostrar algo de la manera más autentica y honesta posible, donde también se nos ofrece un vistazo a la complejidad del proceso creativo en la industria del cine y es todo un testamento sobre la pasión y determinación del gran director Justin Lin.
//////////
Puede Interesarte:
Haz click «AQUÍ»
Síguenos en Twitter (X) para estar al tanto de nuestros artículos.
Haz click «AQUÍ»